NO TE OLVIDARÁS DE MÍ.
Es el hambre de nuestros cuerpos
lo que empaña la felicidad,
acordarnos que acostumbrábamos
a saciarnos mutuamente,
y cumplir con los anhelos
de nuestras pieles ardientes.
Sabemos que la distancia
nos impide vernos, y que
solo el viento lleva y trae
para nosotros los recuerdos.
No sé si estarás sonriendo
o tu cielo se a nublado,
y del sol que ayer brillaba
no quede nada. Quizás lo
lúgubre de un engaño
ronde a cada instante
tu mirada, y te golpees
el pecho cada vez que me
recuerdas, reconociendo que
como yo, nadie te a amado.
Aunque a otro cuerpo te
entregues, aunque despiertes
a él abrazado, sus caricias
no lo dudo, te saben a mí,
y los besos que te a dado.
Aunque intentes huir, no te
será fácil olvidarme,
porque lo que yo te dí, nadie
podrá entregártelo, así,
con la misma pasión mía,
con la furia de miles de
volcanes que en mí aparecían,
cada vez que te sentía,
cada vez que paladeaba
tu esencia y, perdía
mi cobardía, cada vez
que me sentía mujer al cien,
y con mi euforia te lo retribuía.
Amor, aunque te escapes
no lograrás olvidarte de mí,
porque el engaño que me
hiciste sufrir será tu estigma,
y te seguirá hasta el confín,
recordándote una y otra vez,
que podrás encontrar otro
cuerpo, pero no un amor
como el que yo te di.
Mónica.
Ruth Mónica Muñoz R.
Derechos de autor.
Chile 2010.