Soneto II
Cuando mi alma se seca
Quiero beber de tu boca
Tú, con sus ojos provocas
mi corazón se hipoteca
Cuando el sol se diseca
mis letras se desenfocan
Tu labios suaves que chocan
y que escriben bibliotecas
No se si me hace mejor
Amarte, cuerpo candente
Si vale la pena el sudor
Quiero tenerte sin precedentes
juntos producir calor
y avivar la llama presente