Sofocada iba una liebre
por las cepas de una viña,
intentando escabullirse
para así salvar su vida;
de un grupo de cazadores
que a la misma perseguían.
Cuando vio una enorme cepa
que un gran árbol parecía,
se acurruco entre sus ramas
para pasar desapercibida,
y a sus perseguidores despistar
como casi siempre hacia.
Eran tan sabrosas las hojas
que por todos lados colgaban,
que la glotona liebre
las mismas mordisqueaba,
haciendo de su refugio un árbol
al que le temblaban ramas.
Al observar este hecho
sus tenaces perseguidores,
descargaron sus escopetas
con un ruido de tambores,
dejando a la liebre con más agujeros
que tienen los coladores.
Viendo como la vida
a esta se le escapaba,
con estas palabras se despidió
al ver llegar a la Parca:
¡Merezcome este castigo,
por a la que me estaba salvando
con saña haberme comido!
\"La moraleja de este cuento
la vemos muy a menudo,
aprovechándonos de aquellos
que nos mantenían seguros\".
Joanmoypra