Estoy en todos mis poemas,
escondido tras las sombras
que ofrece
la tinta,
tras
comas
y puntos,
verbos
y metáforas.
Pero jamás escondo
mis verdades
y flaquezas,
mis pesadillas
y delirios taciturnos.
Estas palabras
no son más
que los trazos
de aquellos cuadros
que no supe
dibujaros.
El silencio se define
como mi frontera,
la prisión mayor
al amor por las
letras,
la muerte en vida
que tanto
me desespera.