En el laberinto azul
De esta soledad,
Nunca estuviste tú,
Me acompañó el mar.
Frente a sus mareas
Y al misterio profundo
Que su fondo encierra,
Conocí la ausencia
Del abrazo tuyo,
Del amor que no llega,
Y me quedé unida,
Al tremendo horizonte
Que dibuja esperanzas
Que mantiene la vida.
Porque quizás hermanada
Con las olas y el muelle,
Suelte mis amarras,
Navegue y te encuentre.