Tras la bella mirada de tus ojos
y la tierna carícia de tus manos,
en mi pecho abrasó la dulce llama
inundaste de gozo nuestras almas.
Tras perderte de vista varios días,
añoré revivir el mismo amor.
Oh querido varón, dame tu amor,
Que contemple mi cuerpo con tus ojos.
Permanece conmigo muchos días
apretándonos fuertes las dos manos.
Bajo la grata influencia de nuestra alma,
calentando ambos cuerpos con la llama.
Si algún rato se paga nuestra llama,
nos volvemos vacíos sin amor,
el dolor se aprisiona de nuestras almas,
vierten ríos de lágrimas los ojos,
aparecen heridas en las manos
la soledad se adueña de mis días.
Pienso en ti todo el tiempo varios días,
mientras arde este fuego de mi llama,
he compuesto poemas con mis manos,
he descrito sentires de mi amor,
mirados y leidos con tus ojos,
La soberbia belleza de vuestro alma
mi alma anhela durante varios días,
la celestial mirada de tus ojos,
ilumina y calienta viva llama
que penetra en mi vida con amor,
manifiesto con tacto de tus manos.
La ternura total de nuestras almas
la deseé durante varios días.
La celestial mirada de tus ojos
ilumina y calienta nuestra llama
que penetra en mi vida con amor
manifiesto con tacto de tus manos
La increíble dulzura de tus manos
enardece la dicha en nuestras almas,
disemina semillas de mi amor,
proyecta mi pasión durante días,
que enciende y brota chispas de la llama
invisibles delante de tus ojos.
Por ti viven mis ojos y mis manos
Avivan fuerte las llamas de mi alma
Sembrando muchos días firme amor.