Hubo tal mujer quien dijo amarme tanto,
Y hoy sonríe su boca junto con otra.
Mi miedo ya no será ningún espanto
Si mi sombra se vuelve loca.
La sonrisa de ella disfruta los labios
Que ahora sus besos a diario recibe
Y sin mentiras y sin ningún plagio
Esos labios son quienes la reviven.
Esa hermosa mujer piel de seda
Blanca como nieve, ojos negros,
Labios rosas dulces como jalea
Muy fina y llena de un enorme ego.
Y ese, ese de los labios supremos
A los cuales ella tanto aprecia,
(Nosotros, ¡ay! cuanto nos queremos)
Pierde sus sentidos cuando él la besa.
Hubo alguien quien me dijese \"te amo\"
La misma que se fue sin un adiós.
Ahora con mi voz en el viento llamo
Que los ángeles me lleven con Dios.
Hoy lloro solo por ya no ser,
Ser sin ser, y ser sin haber sido.
Ver sin ojos o sin ojos tener
Que ver lo que hoy ya se me ha ido.
Y su boca ahora alegre y sonriente,
Amante de los labios supremos.
Un corazón palpita en su vientre
(Fuese el fruto que todos queremos).
Hubo tal mujer quien dijo amarme tanto,
Y hoy sonríe su boca junto con otra.
No hay sonrisa en mi alma solo llanto
Por tener una cruel y vida corta.
Ricardo Manzanarez (Nicaragüense)