Y tu mi peor enemiga, la monotonía.
No vengas y me hagas sacar las alas sin importarme nada.
No vengas a castigarme en las tardes y madrugadas.
No destruyas mis sueños que hoy me mantienen en calma.
No me hagas repetir historias de abandono y liberación del alma.
Monotonía, cruel realidad que a veces me embargas, haciéndome querer probar nuevos sentimientos.
Monotonía no me quieras hacer querer probar otros labios, otros vientos.
Monotonía no vengas a alborotar mi alma que hoy se encuentra en primavera.
Monotonía deja que esta alma se mantenga estacionada, no vengas, nadie te espera.
Monotonía, deja de ser mi enemiga, no aparezcas.
Monotonía no te necesito, mejor mándame al asombro como amante de flores violetas.