El Arlequín

Pescador de sueños.

Pescador de sueños.

 

Vine y te descubrí, pues cierto es, que dentro del destino llevamos vidas paralelas.

Y después de un murmullo precipitado, desperté y pienso que; qué difícil es vivir bajo la tempestad sombría de una nube negra, que aun en lo hondo de su oscuridad, me niega beber el aroma del café, de donde brota el brillante jugo de tu mirada. Como lo es vivir en un lugar estrecho en la deriva, que en mi tornadizo humor, se lleva mi vida batallando contra inexistentes molinos de vientos; cicatrizando mi miserable edad bajo el abrigo de una prisión de deseos, todo ante un centinela llamado tiempo, tiempo mío que jamás volveré a tomar.

En mi veneración hacia ti, y derrumbada por ti misma, no soy un amor perdido, solamente; un sollozo, que en cada latido va perdiendo todo testimonio de amor contigo.

Sacar mi cuerpo de esta cárcel, es yacer en la luz de cada mañana por radiante que esta sea, cuando miro y veo que no tengo nada, ni ya tampoco quiero nada de ti, pues creo ahora que yo… dentro de este ciego sueño, preferiría ser un tirano antes que unas cenizas de santo, por no querer renunciar de tenerte a mi lado.

Ya ni como decirte algo, porque ahora siento que hasta el mismo silencio está putrefacto, pues a mi alrededor todo se va aferrando únicamente a un testamento de palabras, que vencidas en la vacía nostalgia, se hacen duras en mi garganta.

Pero quizá al final en un ofrecimiento de póstumo amor, y entre los muros del tiempo muerto, te atrevas a buscarme con tu llanto al viento y tu voz perdida ya en la nada.

Entonces será cuando en postrera bendición a mi alma, en el carmín de tus labios se pose la claridad del crepúsculo y al emitir los dulces efluvios de tu aliento, estos se desposaran entre el sigilo de las flores, con el polvo de mi sepulcro, y con la música de tu corazón, milagrosamente romperás las amarras de mis ansiados sueños…

Cuando vuelvas del olvido.

 

 

 

Francisco Solano Castañeda.

4 de Enero de 2015.