¿En que lugar olvidamos
esos años radiantes de luz,
cuando al confundir los pasos
en el camino del destino,
se pierden en la distancia?.
¿Donde se quedan esos sueños,
que se disuelven como el café
en la taza de los años perdidos
y se evaporan como el humo?
Cuántos colores tiene la melancolía
cuando en cada ráfaga de viento
un torbellino de hojas nos recorta la vida.
Cuántos caminos tiene la nostalgia
cuando en sus bosques de soledad
borran del tiempo la última luz del día.
Vivir de la fragilidad del amor
que amarga en el tormento de la ausencia.
Y sentir realmente el abismo del dolor
cuando la ventisca del abandono
se convierte en un lugar de residencia.
Nuestros mejores años se quedaron dormidos
en el regusto amargo de la hipocondría...
oprimidos por la soledad de la mente
como flores marchitas en el cemento
y corazones encogidos por el tiempo.
Gracias a todos por leérme
y a esos amigos que se acordaron de mi en mi ausencia.
A veces no nos damos cuenta de que en algún lugar
hay alguien que te admira en silencio
y que los mejores años de nuestra vida son los que aún nos quedan.
Ocsirnaf 23/01/2015
Un abrazo.