Entre versos y rimas he hallado mi lugar,
mi refugio, mi calma, mi protección
y hasta he bajado mi guardia
dándole libertad a mi aturdida alma...
Disfrute sin límites ni testigos
dejándome llevar por miles de caminos
de la mano de la magia que destilan los escritos;
volar envuelta en alas de poetas
sin temor a las alturas ni a las caídas...
Viajes en palabras que se cuelan por mi cuerpo
y despiertan sentimientos olvidados;
que me hacen cosquillas robándome sonrisas,
y me acarician con tal sutileza que me despiertan como mujer...
Hasta una atrevida pluma
logra estremecer mi piel trigueña sin permiso
enrrojeciéndo y encendiendo mis mejillas
y alterando el ritmo de mi vida...
Benditas fantasías que despiertan los poetas
sin calcular los efectos que provocan
al deslizar sobre un papel
sus creaciones o vivencias;
hacen a uno sentirse vivo
aunque estemos muertos
y en secreto volvernos adictos a sus versos
para saciarnos el alma
y enamorarnos poco a poco
de un amor intenso,
de un amor en versos...
ESMERALDA