Que nunca me falte un café por la mañana
porque da sabor a mi vida,
él que me despierta, me desengaña.
Que nuca me falte la mano amiga
con quien contar en el mal momento,
ella que en la nevada me cobija.
Que nunca me falte Dios
que me regala de la vida lo asombroso,
él que me defiende de los vientos fríos.
Que nunca me falte la humildad
para caminar en armonía,
ese valor tan grande que le falta a la humanidad.
Que nunca me falte un buen libro
para ser quien no soy,
para mantenerme en equilibrio.
Que nunca me falte la naturaleza
que llena mi razón de paz,
ella que del mundo es su belleza.
Que nunca me falte el amor
que es de los héroes la inspiración,
aquel que todos piden con clamor.
Que nunca me falte la sabiduría
para dar un buen consejo,
que sin ella yo el perdón aclamaría.
Que nunca me falte a quien abrazar
por amor, deseo o comprensión,
un abrazo nos hace revolucionar.
Que nunca me falte que escribir
en esta vida tan corta y pasajera,
porque al hacerlo nunca dejaré de vivir.
Que nunca me falte la imaginación
para sacar de todo lo mejor,
ella es la mejor encarnación.
Que nunca me falte la fortaleza
por los caminos pedregozos,
ella del mundo quita la aspereza.
Que nunca me falte el agradecimiento
en los tiempos de primavera y gloria,
él será entonces mi mejor cimiento.
En fin, que no me falte el asombro
para poder seguir valorando al mundo,
él siempre sacará flores de debajo del escombro.