Ahora comienza a tener sentido para mí
estar aquí... ahora que te tengo;
no importa que no seas ni mi novia ni mi esposa,
ni tampoco importa que no exista nada
de eso que llaman “lo nuestro”,
pero sí importa lo que hacemos...
¿amantes por momentos...?
Ni siquiera me molesta no tenerte enamorada,
yo tampoco lo estoy... pero te amo...
¡y me amas!, lo sabemos,
¿por qué?: ¡por lo que hacemos!
(y no todo es en la cama).
Mirarnos largamente a los ojos, al desayunar,
o, mientras comemos el almuerzo,
conversar... hablar nuestros secretos,
de forma natural (a veces) tocarnos en silencio.
También suelo soñar contigo,
en el último que tuve me llamaste “papá”,
aunque sólo somos amigos, y me contaste
que sabes pasar ratos, pensando...
¡en todo aquello que hacemos!
(por momentos...)