Tómate tu tiempo, mujer, toda la vida,
dedícate la vida entera a ti, que yo soy eterno,
y es así mi espera, expectación eterna,
que yo aguardo en la antesala de la eternidad
a que más allá seamos felices como quizás,
un poco lo fuimos;
yo bien sé que compartes conmigo las dolencias
en esta escición, inevitable separación
de amantes imbatibles que emprenden arremetidas
por esquivar un encuentro,
mas nada de esto cambiará en mí
la determinación de quererte,
porque estás dentro de mi ser y te exhalo y te vuelvo a respirar,
persistiendo en esta apuesta, de que seas feliz,
que yo lo seré para que lo seas también;
no sé medir el amor, si acaso es el doble o la mitad
de lo que ahora tienes, bendito sea tu amor,
tu felicidad es primero, aun a precio de muerte,
ahora te lo digo, la dicha sea contigo,
sé siempre libre y feliz
\"aunque no sea conmigo\".