CANCIÓN TRISTE DE “PIGALLE STREET”
Colchón de hielo y pijama.
Cloroformo en los sentidos.
Besos de saldo y rebajas
en las tiendas de los chinos.
Silencios consensuados.
Orgías de espalda a espalda.
Mucha prisa en los zapatos
y de huelga las palabras.
Son misterios dolorosos
de un rosario que no acaba.
Una lista de morosos
de caricias nos delata.
Pezones en flor de almendro.
Boca de azúcar y miel.
Un peligroso avispero
su sexo de todo a cien.
Sobre el cristal dos rayitas.
Un “volcán inagotable”
Pasadas de lujo y “guita”
Un “Buga” descapotable.
Derroches de suite nupcial.
Fin de un sueño que tenemos,
correr el Lisboa-Dakar
en un bólido sin frenos.
Ahora, pensiones baratas.
Una “princesa” humillada.
Un, (más pobre que las ratas)
con el alma destrozada.
Desguace de coches caros.
Ni vergüenza en la cartera.
Hasta las cejas de embargos.
El plazo de la hipoteca.
Solo, triste, abandonado.
Pan duro sobre la mesa.
Y el sombrero ladeado
silbando La Marsellesa.
Viento de Levante.