TRISTEZA DEL ARPONERO
Están plegadas
las alas del viento
en el atardecer
y hay pintadas mil gaviotas
de sereno vuelo
en el corazón de un marinero
y en su pensamiento.
Pero se troca la quietud
y la calma
en negras flores de muerte
y en chorros de púrpura
sangre
cuándo piensa en el cañón
del arpón
con la nueva muerte
y con su trágica canción.
Su brazo legendario
de arponero
con el coraje desnudo
ya no sirvió.
Sabe el viejo pescador
que llegó la masacre
del cañón
y estas vencido
sin revancha.
Dialoga con caracoles
de mil millones de años
y lo vieron todos los soles
luchando en tiempos mejores
en su bote mar a mar
contra la fuerza
de bravos cachalotes
y lo contemplaron las gaviotas
con sus brazos solos y valientes
en las marejadas mas ignotas.
¡ Llegó el cañón del arpón!.
El viejo arponero se hizo ola
se hizo espuma, arena y sal
fue ave, horizonte, marea
y tempestad
se hizo eternidad.
Ay brazo antiguo.
Ay nervios de su fuerza.
Ay lucero del alba.
Ay tormentas
de la noche y del alma.
Ay viejo cazador del mar.
Oh fuerza, oh fuerza de su brazo
¡un día llegó el cañón del arpón!
El coraje del brazo solo y audaz
ya no sirvió
el último arponero pasó y se fue.
Y en ninguna parte del mar
al viejo se lo vio llorar.
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