Esta realidad que nos desborda
esta biósfera desordenada y turbia
en un sueño de iridiscencias y calma
atrapados en este tiempo
este trajín mío, despreocupado,
cavilando y sobrecogido
en un vagar de nubes y abrevaderos
casi puedo tocar los fantasmas
que pasan a mi lado
atravesando el ruido y el asfalto
estas diminutas existencias
este sentimiento de haber perdido algo
en espera del devenir certero
siendo inconscientes de la espera
buscamos amaneceres claros
escarbando la belleza en este desierto
transidos de transición, sedientos
esperamos engañar al olvido
hurgamos amapolas que no sangren
porque no queremos saber
que atrás quedaron los ancestros
los que en algún momento
por instinto o por lo que llamamos amor
-ahora ya nada importa-
decidieron encarnar la contingencia
y nos trajeron sin preguntarnos
si queríamos habitar este misterio
esta burbujita deleznable y cruel
esta tragedia inconfesable y amarga
desde entonces supimos del aliento
de algo que palpitaba entre carnes
de los zapatos sucios de los caminantes
de los escasos abrazos de la falsa sonrisa.