No se bailar y sin embargo,
tus palabras me mueven a su ritmo,
levito en el espacio de tus dedos
y es un son el brillo en tu mirada.
No sé bailar pero puedo,
dar el paso necesario en la distancia
para aproximarme a tu deseo.
se mueven mis caderas en un adagio
impulsadas por el ritmo de tu cuerpo.
No sé bailar y, a pesar de todo,
el acento de tu boca crea un compás
que siguen mis labios sin parar.
Reconozco el allegro de tus notas
y el paso de mi cuerpo se acelera.
No, no sé bailar,
pero siempre me llevas a tu ritmo
y en la consonancia de un gemido
mis movimiento se empiezan a calmar.
Entonces en diminuendo
y movimientos acompasados,
sentimos morir en un final.
No sé bailar,
pero haces de mi
una escala musical.