Volviendo a recordar mis pasos me encontré con un amor; un amor de esos sencillos, uno de esos que no se planean pero parecen ser eternos, un amor de los bonitos de esos que jamás quisieras perder.
De vuelta a lo que fui me he detenido a encontrarme a mí y a mis palabras también. Me detuve a darle libertad a mi corazón de amar y a mi cuerpo de sentir, me detuve a besarle el alma a él y agarrarle la mano sin dejarlo ir, hice un alto y luego envolví a ese hombre en hilos de amor y lo enamoré con miradas sinceras.
Me escurro el corazón a diario porque con solo verlo se me empapa el corazón de felicidad y con tanto sentir en el pecho no se puede vivir, me ahogo de tanto amor. Se ha adueñado él de todo, de mi aire, de mi alma y cuando creo que todo está mal con solo recordar su sonrisa y sus besos tiernos le regala un respiro a mi vida triste.
Me ha quitado el la incredulidad que tenía con respecto al amor, me ha dado razones miles de sonreír y de ser realmente yo sin tener miedo del que dirán.
He vuelto; he vuelto a escribir, he vuelto a soñar y a crear fantasías en mi cabeza, he vuelto a vivir con un amor en el pecho, he vuelto a dejar que el corazón se me acelere a causa de alguien, he vuelto a amar, lo amo a él.