Quise buscar un puerto, navegar,
para dejar mi vuelo tan intenso.
Quise cubrir aquel sendero extenso
de golondrinas cálidas de mar.
Quise a aquella playa flambear,
dejando mi deseo muy propenso
a sucumbir, quedándose indefenso,
sobre ese faro, quise despertar.
Mi amor por ti camina, late brío
llevándote grabado en su memoria,
porque ahora sobre él, agita el frío.
No quise ser gaviota migratoria
en un cielo que no deseo mío,
pues tu presencia sigue muy notoria.