Duerme en las manos de los verdugos
que Mis verdades han callado;
y mi vos es solo un recuerdo
como el sonido de aquel disparo.
¡Oh verdugos, dueños de las verdades!
Guardan mis secretos no revelados;
después de haber mi vos silenciado
únicamente con haberme ejecutado.
¿Y que paso? Son los interrogantes
Que en el aire siguen flotante,
Y un misterio ¡lo que quise decir
porque no me dejaron vivir!.
¡siéntense verdugos con los poderosos!
Mientras que los Míos lloran mi partida;
Ustedes se sienten liberados y gloriosos
¡pues su secreto se marchado con mi vida.
Eichelberger Marta Luisa