RICARDO FELIPE
PRISIONERA
Para esperar,
cuan tanto le espero,
para soñar,
le he soñado bastante,
si tengo suerte en venidero,
nunca dejaré de amarle.
Y por el bien del tiempo,
acuso al pensamiento,
de retenerla prisionera,
en cada una de mis venas.
Como ave en noche serena,
como luna en noche aquella,
luciérnaga le he nombrado,
en éste camino nublado.
Más, de huellas y viento,
se alimentaron mis sentimientos,
cuando le buscaba por fuera,
cuando se encontraba por dentro.
Es preciso entonces, pues
beber de su boca un sorbo,
de su amor tan hondo,
atrapado en un tal vez.
Pero de reciente promesa,
este pecho propone,
tenga usted la gentileza,
de compartir mis emociones.
Para esperar,
¡Oh! Tanto le espero,
para soñar,
es mi sueño prohibido,
si tengo suerte en mi mente,
será mi amor para siempre.
Ricardo Felipe
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