Amor de plata, chapado en convergentes letras angustiadas por tu extinción humana.
Poderoso hombre sabio, amoroso sumado al tiempo grabado, hambriento de tu poesía versada al mundo.
Huella infinita, profunda y firme que decora y acaricia en cada alma que toca, por tu soneto de amores en el caudal de ríos en tus pensáres.
¡Llora tierra¡
Desáhogate, por recibirlo en tus entrañas y has lo tulló, sé que también lo amaste como el te amo cuando de tí escribió.
¡Llora el mundo entero!
Que de los hombre fuiste parte gloriosa de amor al prójimo, amor a tu propia sangre, amor expuesto de tu poesía.
Vida fructuosa sin el complejo de dedicar tu pensamiento a los colore de poemas del alma.
Se dice que los hombre hacemos homenaje a quiénes parten a la gloria de dios, pero pienso que tú mismos hiciste el homenaje a tu existencia, con cada sentido que nos diste a conocer al abrir tu corazón y el libro de tu dedicada inspiración, para que las aguas de tus ríos aún vigentes se escuchen por toda la eternidad.
Y así, así empieza la era de la inmortalidad poética de los poetas muertos, vivos en el fulgor de sus letras.
!Andrés María ha partido!
La vida solo son los peldaños del tiempo al destino.
Marc Téllez González.