A VECES,
LAS PALABRAS
SOBRAN,
OTRAS VECES
SON JOYAS
DIFÍCILES
DE ENCONTRAR,
COMO
CUANDO
LA VIDA
NOS ATRACA
A LA VUELTA DE
CUALQUIER ESQUINA
CON LA MIRADA MÁS TIERNA,
CON LA SONRISA
DE UN NIÑO,
O
CON LA MANO
QUE SOSTIENE LA OTRA MITAD
DE NUESTROS SUEÑOS.