Un suspiro de repente de mi boca escapó,
Fue que ella me miró con su mirada ardiente;
Mi cuerpo estremeció cuando me dio un beso,
Y yo me sentí preso cuando luego me abrazó;
Divina es la mujer cuando da su ternura,
Comparte su hermosura o se deja querer;
Qué dulce sensación reposar en sus brazos,
O seguirla en sus pasos cuando da el corazón;
Ella pinta la vida con amor y alegría,
Llena con su armonía y riega con fervor
Entre suaves caricias y dulce sensación
Esta oscura prisión tan llena de inmundicias;
Es por eso que digo gracias al Creador
Por darnos el favor de tan cordial abrigo,
Porque a más de divino es total comprensión,
La justificación de tan largo camino…