BEATRIZ OJEDA

PERENNE MISERABLE

 

Clama tú

soberbio amo descarado,

por tí, por tí.

Rescataré la luz con mis soldados muertos

aunque no quieras.

Vivo o muerto te roeré el corazón con mis dos dientes.

Serás una mascota de los leones,

un instante,

hasta que el asco de tu hedor,

los reporte

a desterrar tus larvas viejas de sus garras.

Explícate después por qué te fue otorgado

el premio a "Los perennes miserables".

Despertarás en tus balcones ilustrados

sin conciencia, ni miedo, ni derrota,

pues nada es y nada queda en ti.

Nada.

Te resbalaste solo

al infinito hueco de tu propia hoguera

y no te quemarás porque eres Nada.

 

 

Beatriz Ojeda

Copyright 2008

Derechos reservados