bonifacio

El hombre medio ocre

Soy un hombre medio ocre

mitad café y gris ausencia.

 

En mi niñez jugaba al emboque

y al trompo de la existencia

flaco como un palote

lector de comics de guerra.

 

Siempre fui un hombre medio ocre

casi del color de la tierra.

 

En mi juventud el toque

furtivo entre las piernas

me dio más de un sofoque

y el último acabó en la iglesia.

 

Pero seguí siendo medio ocre

mitad lobo mitad oveja.

 

Al matrimonio se le hundió el bote

y mi negocio se fue a la mierda

haría con mi vida un enroque

si alguien mi albur quisiera.

 

Y me mantuve medio ocre

sin darme cuenta siquiera.

 

Y a la vejez llegue medio ocre

entre el sol y las tinieblas

sin un cobre

sin crédito ni siquiera.

 

Soy un hombre medio ocre

y en el amor voy a medias.