Al amor de septiembre se pregona,
al céfiro sureño guardo enero
y, entre la muchedumbre un agorero
armiño en luces nuevas de gorgona.
Vamos lejos, muy lejos, ministerio!
contemplativo y zurdo de la muerte
llegamos dos, llegamos sin tenerte,
palpando los dos senos del misterio.
Yo me partí de cantos espirales
en pos de varanasis tan sensuales
que mi enero olvidóseme difunto;
como cuando los féretros sombríos
van a mojarse tristes en los ríos
así llevóse todo; punto a punto.
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John Morales Arriola.