rosi12

Demorado el avión I

Un día, que viajaba, el aeropuerto de destino, estaba cerrado. La demora, se hizo interminable.

Nos decían, que tan pronto, se abriera, se podría volar. La gente, ya nerviosa, recorría y trataba de hablar, con los familiares, ya que ese aeropuerto, era una escala, es decir, que ya sabían que perderían las distintas conexiones.

Los hombres ejecutivos, abrieron, su ordenador y montaron su oficina allí mismo, sin que el rostro le cambiara demasiado.Supongo que al viajar, tanto, ya deben estar acostumbrados y permanecían inmutables.

Como seguía pasando el tiempo, una de las azafatas, se dirigió a todos los del vuelo, diciendo que nos servirían algo de beber y croissant, por la espera.

Los croissant, resultaron ser unos sosos emparedados, con una pequeña porción de queso y tomate.

Una jovencita, que no había hablado, ni quejado, en ningún momento: Me preguntó, si era para todos igual, porque ella comía algo especial , no le entendí, los altoparlantes estaban a todo volumen, anunciando otros vuelos, y los niños andaban alborotados, alrededor.

Noté, que la joven estaba algo asustada tenía los ojos grandes, pero como que se los ví más abiertos, de lo común. Ella no tenía móvil y quería avisar de la demora del avión.

Le sugerí que se acercara a la línea aérea, para que ellos directamente, le hicieran la comunicación y me dijo:\"No, está todo bien, prefiero esperar\"- Ja, ja, le contesté, no nos queda otra por lo visto, parece que hay un aluvión de nieve, en el aeropuerto y las pistas están cerradas.- Ahí ella, se largó a llorar... Ay caramba!, me dije a mí misma ¿Por qué seré, tan bocazas,?- No, seguro, que pronto, todos estaremos cada uno en su casa.

No tenía consuelo, en ese momento, le pregunté; si la podía ayudar en algo. \"No, señora, quédese tranquila.... (un gran silencio) No podía con mi condición y cuando fui por el beberaje y los emparedados, ya iba por el tercero, le traje uno a la joven. Ella agradeció,\" si mejor como, hace mucho que no como.\" \" Entre que preparé las cosas, la llegada al aeropuerto tres horas , antes de la partida y las malditas revisaciones, de seguridad\" - Bueno, con tanto loco suelto, es mejor así, es por la seguridad de todos- Me interrumpió y dijo:\"Disculpe señora, pero no tengo ganas, de seguir hablando\" 

No dije una palabra más, y al rato vi que se quedó dormida, acurrucada sobre el morral que llevaba.

Cuando, ya habían pasado dos horas, ya mucha gente se preguntaba, si nos iban a dejar la noche durmiendo en el aeropuerto.

El nerviosismo era general, los niños, saltaban, y el salón infantil de juegos repleto, no daba a vasto. Los padres, también ya agitados, con la demora.

(continuará)