Desde la mesa de aquel bar
él siempre la veía pasar
detrás del humo de su cigarrillo
y disimulando leer su diario...
Ella cuidando los detalles,
sin ser descubierta,
cada atardecer paseaba
coqueteando su natural belleza...
Juego de seducción
sin intercambio de palabras
sólo algún leve saludo cordial
que les enrojecía hasta el alma...
Él con la carga de toda su experiencia
que lo frenaban para acercarse a ella,
quien con bastantes años menos
se adueñaba de sus sentimientos...
El destino los cruzó
una calurosa tarde de enero
bajo una inesperada lluvia,
él la protegió del aguacero...
Se conocieron las voces,
sus perfumes sintieron
y los corazones acelerados
galoparon a destiempo...
Susurrándole al oído
él habló primero:
...mi bella, porqué llegas tarde a mi encuentro?...
ella tapo sus labios con su mano
y emocionada entre lágrimas le susurro:
...mi señor, porqué no deja en paz al tiempo...
Y no hubo mas palabras
sólo un dulce beso intenso
que fundió ambos cuerpos
en un amor y fuego eternos...
ESMERALDA