Cualquier día despertaremos, por un momento.
Para sentirnos la piel,
para temblar a la vez.
Disipando las sombras se encontrarán nuestros cuerpos
y con el tacto despierto, sin prisa, despacio,
se enfrentarán escondidos nuestros deseos de amar.
Y en un desierto de pieles,
la tuya y la mía y el calor de los dos,
quemaremos las horas con la alquimia de nuestra pasión.
Detendremos los días para vivirlos despiertos.
y no existirá la ironía que nos imponga el reloj
porque sólo, agotados de amarnos,
dormiremos para volver a soñar.
Un día cualquiera, se atarán nuestros labios
y en un beso rotundo, infinito, no se querrán separar
Se romperán los silencios con hondos suspiros,
fundiendo los fuegos que enciendan la hoguera
que en un solo cuerpo podremos apagar.
Por un momento, nos encontraremos despiertos.
Sin apartar las penumbras pediremos al tiempo que deje de pasar.
Un día cualquiera o cualquier noche, sin tiempo ni espacio,
tu cuerpo a mi lado…
… a mi abandonado.