El reloj indiferente avanza
y andando con el tiempo alcanza
las ansias que bailan su danza.
Agazapado y sombìo
con un temblor frìo
el reloj muestra su brìo.
Perdida en la penumbra oscura
percibo un tic tac, que murmura
ofreciendo su delirio en la espesura.
Susùrrale al inconsciente
con suave voz indolente,
¡estàs viva como un torrente!.
No respiro y quiero sentir su ardor certero
y despertar del letargo quiero
para encontrarle sentido al mundo entero.