SECRETOS DE ALCOBA
Entré a nuestra alcoba poética
donde siempre perduran los aromas
que pones entre las sábanas.
Respiré en el espejo,
reflejo de nuestras pasiones.
Puse un beso sabroso
en los ojales de tu pecho.
Me asomé por la ventana de tus pupilas
y allí me vi en oleaje sobre ti,
mi boca explorando hasta el fondo de tu aliento
tus manos serpenteando en mi cintura
mis deseos descendiendo tu pecho
mi rostro ciego de placer
encorvándose hacia el cielo,
así…en tus pupilas me vi.
Y entre mi voz delirando de gozo
yo...yo…¡Yo ya no sabía nada de mí!