Querida amiga, no puedo consolar tu corazón, no tengo esas palabras de consuelo que un amigo te diría, triste esta mi corazón por tu dolor, se que perdiste una parte de tu vida, una parte de tu cielo, una parte de tu existencia, una parte de tu historia.
Querida amiga, solo le pido a Dios que el dolor no marchite tu corazón y menos seque tu alma, recuerda que hay por quien vivir.
Vive por que viva te queremos, vive porque ella te quiere viva, vive por el amor de tu vida, vive por lo que un día deséate vivir.
Ella se nos adelanto un poco, pero piensa que todos en nuestro tiempo la veremos también, pero mientras tanto, que esas lagrimas de sal, se conviertan en lagrimas de amor.
Lagrimas de orgullo, de saber que ella siempre te amo, lagrimas de ternura del recuerdo que en tus manos te dejó, lagrimas de primavera porque una nueva flor llego.
Querida amiga, que el dolor pase, y la fortaleza de la vida, de los tres motivos que te quedan, sean el motor y unas lagrimas de amor.
J. Echeguren
Un domingo por la noche...
febrero de 2010
© Todos los derechos reservados Jorge Echeguren Escobar