frichs

Ajena

He luchado una guerra
con el alma entera.
He luchado una guerra,
una guerra ajena.
Sin saber que mi pena
al final solo era,
el quedarme sin ella.
Mis heridas no bastaron,
esperaste mi ruina;
y al final tu estocada
acabo con mi alma.
Ya no digas mujer ajena,
que la herida el tiempo sana;
es que nunca has amado,
como en verdad se ama.
Solo espero ahora ajena,
que nunca jamás vuelva a ti
esta moneda.
Porque es tan grande la pena,
como grande ha de ser tu condena.