a Ivy
Decías que eras un mar de sentimientos.
El amor
era un pez,
la esperanza
un barco hundido,
el odio
un escualo,
y cada molécula
la tristeza
Quisiste
morder tu memoria
lustrar el pasado que carga tu pecho
quitarte la acidez de la sangre.
Quisiste
no tener heridas
no naufragar el lazo mohoso para no olvidar.
Pero ahora tus ojos vomitan con desencantada vehemencia
las gotas salinas que rebalsan
de tu mar de sentimientos.