Al abrigo de las tinieblas
tu perfume dispersó sus espías
para tentar mis sentidos
en una confianza conspirada
La somnolencia entumecía mi conciencia
debilitando mis defensas
para resistir tus caricias
despertándome de mi sueño
Amotinados mercenarios de testosterona
destrancáron el portón de mi fortaleza
mi libido se hizo su aliado
sangre palpitante traicionó mi valiente egotismo
En tu uniforme de batalla
se burlaba de mi capitulación
la sutileza había apesadumbrado mi corazón
el neutral amanecer será testigo del tratado
La foto la tomé en el castillo de Heidelberg, Alemania