No llore por ti,
no por que no te quise,
no por que no estuviera triste,
no por que no me importaría que te fuiste.
No llore por ti,
porque quise ausentar la tristeza,
extirpar el dolor
y que tu ausencia
no fuera de negro el color.
No llore por ti,
por que se que te volveré a ver,
por que se que en algún pensamiento
te encontrare,
por que se que algún día
en tus experiencias me recostare.
No llore por ti,
¡Oh! mi querido abuelo
por que tenía que ser fuerte
para dar consuelo,
pero no te diré Adiós
sino un ¡Hasta luego!