Mi carnet de identidad
es un poco mentiroso,
dice que tengo una edad,
es un poquito tramposo
y no dice la verdad.
Yo tengo la edad que quiero,
mas no lo quiere entender,
él clama que es muy sincero
y que bien se puede ver
que él dice lo verdadero.
Pero no tiene razón,
y a los hechos yo me atengo,
no me importa su opinión,
porque la edad que yo tengo
la llevo en el corazón.
Él dice que ya llegué
al otoño de mi vida,
mil veces lo negaré,
soy primavera encendida
y eso yo no lo soñé.
¡Pero si no hay más que verme,
alegre como una feria!
él no puede comprenderme
dice que he de ser más seria,
¿Y qué quiere, que me amuerme?
Mi voluntad nunca es vana,
con toda sinceridad,
dice contenta y ufana
que siempre será mi edad...
¡La qué a mí, me de la gana!.