APRENDIZ DE POETA
Disculpen: quisiera hacer un poema
y me falta el argumento
para definir el tema.
No es leve el atrevimiento,
pues no domino la letra
ni adquirí el conocimiento
de escribir una cuarteta
o componer un quinteto.
Ni tengo ¿qué más quisiera?
Nociones sobre un evento
que requiere de destreza
para conjugar el verbo
y declamar la belleza
en el espacio de un verso
adecuando la cadencia
y el ritmo en su justo término.
Es verdad, lo digo en serio,
yo no tengo todo eso.
Ni lírica, ni misterio,
ni se establecer los tiempos.
Pero aprendí de pequeño
la sinfonía del viento,
la utopía de los sueños,
el cántico del jilguero,
la grandeza de los buenos,
las penurias del obrero,
la angustia del que está enfermo,
la corrupción del dinero,
la altanería del necio,
el amor y el sentimiento.
De los cobardes, el miedo
y de la valentía, el precio.
Por lo expresado, señores,
perdonen mi necio ego,
mi afán por pisar las flores
y emborronar unos pliegos
emulando a los doctores
que, en poesía, son maestros.
Disimulen mis errores
y también mi atrevimiento.
Viento de Levante