Darío Ernesto

Huellas

 

 

He visto pasar la muerte,

disfrazada de coronas,

y entre altos  pinos y pasillos largos

infinitos de los  tiempos,

he visto llorar viudas,

madres desgarradas, pariendo lágrimas

despidiendo a sus hijos,

 he visto lápidas de bronce sin brillo.

He visto telarañas de soledad eternas,

bellas notas, epitafios centenarios,

pero entiendo, si, y en es triste que divague

 entre los pasillos

 de la vida  o  de la muerte,

¡Triste  la matriz ¡

Que gime con vida y ausencias,

mi madre,

¡Oh mi madre, de este poeta póstumo y aun vivo!

Como aquellos viejos árboles

 mitad verde,  mitad secos,

pues la vida es seguir vivo de pie dando fe,

Proveyendo sombras,

¡Ah, ah, lo que pudo ser  y no  fue!

Besos

 Amor,

Gemir,

Fueron,  noches  de lujurias,

Y,  lo que no ha sido

Poder  conservar  ese aroma lejano a gozo y éxtasis.

 Añejas raíces del ser que añora,

esos abrazos que se fueron rio abajo

hacia el mar de los recuerdos infinitos

 

Autor : Dario Ernesto Muñoz Sosa