Cuervo4141

EL CALVARIO DE LOS MUERTOS

El calvario de los muertos

 Ahoga la noche la tortura de un adiós inesperado; el sepulcro injusto de un sentir que se robó la calma de sus penas.

 Revistió de otoños nostálgicos el recuerdo de un padre ausente, arrebatado de la vida en destajo sin piedad.

 Arribó el eco de los silencios atravesando paredes de miedos y sollozos entre tres almas pérdidas buscando nuevos jardines de primavera.

 Más de nuevo ese torvo cielo inundó desiertos de infelicidad y esa flor que se marchitaba entre paredes de ocre finalmente pereció entre pétalos negros.

 Y sólo dos lágrimas y un adiós envolvieron de nuevo los silencios, atando miedos de las traiciones que se encadenaban a esas dos almas huérfanas.

 Y los años llegaron entre dudas y tropiezos y un nuevo calabozo lóbrego envolvió las torturas.

 Y en silencio de muerte un abrazo de adios eterno envolvió de nuevo las sendas de los peregrinos, desterrados en exilio de vida.

 Y abrazó de nuevo una nueva fosa un nuevo adiós que en fantasmas visitan en abrazo de misterio y agonía.

 Y se perdió la infancia entre gotas de sangre; entre desvelos de miedo y el alma vacía de una dama en agonía y dos nuevos senderos que entre sus manos aún no florecían.

 Y se fueron los siglos y los muertos aún claman clemencia entre los sueños de reflexión, de esa alma torturada en el vacío de sus seres queridos que aún nadan en ése corazón que aún llora en sus noches de soledad.

 Buscando entre los gritos de las noches lóbregas , vagan fantasmas buscando clemencia y el alma huérfana de ese niño triste que aún sufre sus ausencias.

 Y se escucha el lamento entre los arrebatos de un viento fúnebre que abraza como cruel invierno.

 Y en mortaja eterna la pena atada al recuerdo de sus muertos