Me despido a través de ti...
De ti que eres un lienzo diáfano al contraluz,
una herida que vaga autómata buscando peculiaridad
cuando no eres sino una lágrima que
camina sobre el océano, escalando olas.
Me reencuentro a través de ti...
De ti que olvidas nuestro castillo de arena caído,
que eres el beso que espero con bromuro en la sangre
y se me cae a pedazos la vida
que sin ti no logro remendar, pero que contigo no construí.
Me olvido a través de ti...
que fuiste el poema andante con bragas de coladero,
Y con tus manos pedía a gritos salvar las mías con solo tocarte;
pues no aprendí a querer de cierto
lo que contigo fue un teatro, una religión sin Dios.
Me despido a través de ti...
De ti que copiaste el nombre de mi guitarra, de mi osado poema.
De mi que hiciste la cadena que sin eslabones se enclaustra
a ti que te quemé las alas
con soplos oníricos de pan de avena.
De ti me acuerdo y eso me basta.
Blas Roa