Son los sueños que se esfuman
y se enredan con palabras
y argumentos imposibles.
Me acompaña mi silencio en esta huida.
Quédate con los recuerdos
que no fueron lo que quise,
yo me llevo los que amé.
Voy cargada de respuestas y preguntas
que no saben encontrarse,
de cenizas de un incendio
que no ardió,
de un adiós mudo y extraño
que no tuvo despedida.
De una herida,
terca,
que no se quiso quedar.