Propongo que sea delito
que al mirarte no se reconozca
la más sublime estampa de belleza.
Que todo hombre ofrende
un suspiro en cada visión
de tu piel de nácar.
Que sea así,
y el que no cumpla que purgue pena.
Que se le deje en el claustro
con oscuridad permanente,
pues oscuridad es lo único que el ciego ve.
Hagamos que el ciego vea.