De los Muiscas tengo mi herencia
y de algún villano que a la indígena
le impuso su esencia ...
me acunaba Chía en iluminadas noches,
me tibiaba Sue en los largos días...
fue Bachué mi gran madre,
Bochica el hombre sabio que nos guiaba...
Chimichagua nuestro Dios creador,
y otros Dioses que la naturaleza representaban.
De mis indígenas tengo la nobleza,
la malicia y la humildad.
Llevan mis genes el sudor de sus cuerpos,
que fuertes la tierra araban...
tengo sabor a sal y el calor de carbón que sus pieles manchaba.
Me maquillaba con cobre, oro y esmeraldas,
las vestiduras mi cuerpo no tapaban...
No reniego del villano
que a la indígena le impuso su esencia,
solo siento nostalgia de una vida no vivida,
la de los taitas de los taitas de los taitas,
la de mas atrás, la de mis ancestros ,
que fueron desapareciendo con el tiempo,
entre mezcla y mezcla del indígena con el blanco,
hasta quedar evaporados por completo...
mas yo me precio de ser fruto de ellos...
de mi raza indígena mezclada ...
como el polen que llevan de un lado a otro las aves,
nací en tierra extraña, la de los Quimbayas...
tengo de todos herencia,
soy de caña de azúcar, de valles,
de maiz, de yuca,
aguacate y guayaba...
soy la forma del orfebre,
que en mí dejó su alma plasmada,
soy la mal llamada india,
soy orgullo y soy ahora patria...
Marlene Carrillo Vela