Te ví pasar como una suave brisa
quería que me bañes o me acaricies
y endulce mi vida pero tan solo
con tu sonrisa llenaste de alegría
a este hombre que tenía una pena
porque no podía escribir
un pensamiento de amor
cómo es la vida que cada vez
que te encuentro me inspira
Anabel eres y serás mi niña
consentida en mi escritura.