Finalmente me amuraste
cuando yo más te quería.
Ya mi vieja me decía
que contigo me iría muy mal.
Escuchar yo nunca quise
las palabras de mis viejos,
de sus labios los consejos
y así estoy hoy como estoy.
En mala hora me engrupiste
dejándome solo y triste
con mi viola y el bandoneon.
Trato e intento olvidarte
y de mi corazón sacarte
sin poderlo conseguir.
Tanto es lo que te quiero
que en tu ausencia yo me muero
pues sin ti no sé vivir.
En mi catrera en el cotorro
con la casimba vacía
asi paso todo el día
pensando tan solo en ti,
Y cuando en el conventillo
oigo pasos en el pasillo
me imagino que volvés,
pero cuando abro la puerta
y veo la estancia desierta
veo que fui pa ti un beguen.
Y aunque estoy hoy sin un mango
yo me calzo los tamangos
me pongo a cantar un tango
antes de echarme a llorar
Buenos Aires, 2 enero 2015