Te busqué en el silencio.
En el lunar de Selene y en la piel de los días
en las historias de azul sobre este Diciembre anárquico.
Te busqué.
Ahí donde solíamos encontrarnos
la huella de tus versos y el olor de tu cabello no bastaron
y mis párpados vencidos
se cubrieron de abismo.
Me quedó tu recuerdo
el utópico lunar en que vacié la distancia
tu esencia de mujer entre mis dedos
el poema de tu risa
y la gloria de tus ojos en mi verso.
Ahora solo tengo tu adiós en el temblor de las metáforas
y al violín de tu cintura erizando la nostalgia
tus dedos trémulos dictándome esta nota de luz entre recuerdos
y la esperanza inefable
de volver a tus sueños
al crepúsculo en tus ojos
y a tu voz
y a tu cuerpo.