Tal vez la paciencia
es el fruto del amor.
Tal vez la ignorancia
es el fruto del rencor.
Tal vez todo lo que quise de esta vida
era una Ilíada,
una sobredosis de tus besos, de tus labios,
de tu cuerpo pálido y desnudo frente a la luz del sol
Tal vez todo lo que necesitaba para vivir
eran tus caricias, tus abrazos, tu calor
O mejor aún, toda tu alma melancólica,
mi corazón.